TORO y CASTILLOS DE ZAMORA
En la ciudad de Toro, pasear por sus calles nos hace retroceder, como en la mayoría de pequeñas localidades de la Península, en el tiempo. Pasear nos hace ver, encontrar y admirar diferentes edificios, como el puente del siglo XV, la Torre con el Arco del Reloj, el toro de piedra de origen vacceo, su calle porticada con los bares para tapear y saborear sus vino con Denominación de Origen, y la Colegiata de Santa Maria la Mayor, entre otros edificios.
De la Colegiata de Santa Maria la Mayor, vamos a hablar, ya que en su lateral tiene un pequeño jardín, con unas vistas espectaculares al río Duero con el puente del siglo XV, como a las fachadas y campanario de la Colegiata (siglo XII, románica y gótica).
El jardín se distribuye en parterres en forma regular, alguno un poco cargado (cannas, olivos) y con mucha flor de temporada. Los olivos son de pequeño tamaño, lo grande son los ejemplares de Cedro.
Los caminos empedrados nos reflejan el gusto por estar en armonía con la Colegiata.
Los caminos empedrados nos reflejan el gusto por estar en armonía con la Colegiata.
Enmarca un lado del pequeño jardín un parterre de césped con una hilera de Plátanos en su lado opuesto un parterre con una linea de rosales con algún Plátano. Esta hilera de rosales nos da la entrada al mirador en que vemos el río Duero, con el puente del siglo XV, y los campos de Zamora.
En el centro del pequeño jardín hay una fuente de piedra con un surtidor y un monolito en que hay un escrito sobre la ciudad de Toro (sobre su paso como parte del Camino de Santiago).
El Jardín de la Colegiata es un rincón esplendoroso colorido por su flores, pequeño y muy acogedor para un descanso o para observar y deleitarse con las vistas y un buen lugar para tener una conversación.
Dentro de la Provincia de Zamora, si hacemos la ruta de los Castillos, pasaremos por diferentes poblaciones en las cuales preside en lo alto un Castillo, como pueden ser:
Empezando en Zamora, nos dirigimos hacía el Castillo de Castrotorafe (siglo XII) por la Nacional 630, continuamos hacía Toro y 7 km., está el Castillo de Villalonso (hay datos de que en 1235 figuro a la orden de los Calatrava), siguiendo la carretera entramos en Valladolid y nos encontramos con el Castillo de Téllez de Meneses (siglo XIII la actual construcción), y para terminar finalizamos en la Villa-libro de Urueña (Valladolid), (siglo XII), en que las murallas del Castillo envuelven al pueblo.
Son pequeñas poblaciones que su encanto preside en un Castillo conservado, y en su gastronomía.
En uno de estos Castillos, Castillo de Castrotorafe rodeados de campos de girasoles (Helianthus annus) o de trigo, cebada, o otras gramíneas, en la Meseta Castellana, encontramos una planta que crece silvestre, en esta zona su flor espectacular de color rosa hace que el suelo parezca cubierto de un pequeño manto, y a su vez parece que estemos en un campo de azafrán, por el color, pero no hay que confundirla con los crocus (azafranes) sino que se llama Merendera pirenaica. Esta planta de forma común le llama quitameriendas, brota al final del verano.
Es una planta bulbosa, de la familia de las Liliáceas. Surge la flor, son generalmente de seis pétalos de color lila, las hojas brotaran en la primavera siguiente. Nace en lugares de campo, o en prados como el que encontramos alrededor del Castillo de Castrotorafe, es su hábitat natural.
Como curiosidad, el nombre de quitameriendas, es que cuando aparecen significa que llega el mal tiempo, por eso se deja de ir a merendar al campo.
He de informar que es una planta TÓXICA, se utiliza medicinalmente, pero con dosis controladas.
Es una visita espectacular, más que por su vegetación, es por su arquitectura, pero igualmente podemos encontrar una planta que nos haga sacar nuestro interior jardinero.
El resto de fotos se pueden ver en el siguiente enlace:
https://plus.google.com/photos/108960345582295296884/albums/5933157593932555857?banner=pwa
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